Es sorprendente cuántos estudios han descubierto los riesgos de los productos químicos empleados en las bebidas dietéticas. Desde un aumento de la diabetes a más almacenaje de grasa anatómico a un mayor peligro de accidente cerebrovascular y demencia, las bebidas dietéticas pueden ser perjudiciales para su salud. Si bien se comercializan como dieta (y por tanto percibido como saludable), son un comestible que debe intentar eludir tanto como resulte posible.
Un nuevo estudio del NIH da un riesgo más para agregar a la lista: las mujeres que toman refresco de dieta a lo largo del embarazo aumentan el peligro de obesidad de su hijo.
El estudio, publicado en el Journal of Epidemiology, examinó los efectos de la soda dietética frente a agua sobre la salud de los pequeños nacidos de madres con diabetes gestacional a lo largo del embarazo. Cuando las madres tomaban refresco de dieta a lo largo de su embarazo, los pequeños tenían un peligro diecisiete por ciento mayor de obesidad a la edad de 7 años.
Después de usar los datos recogidos de más de noventa y uno mujeres danesas, el estudio empleó datos de solo novecientos casos de mujeres que sufren diabetes gestacional. De esas mujeres, más o menos el nueve por ciento consumía una bebida de dieta artificialmente edulcorada día tras día. Sus hijos tuvieron un peligro sesenta por ciento mayor de tener un alto peso al nacer (indicaciones de un mayor peligro de obesidad) que las madres que no tocaban las bebidas dietéticas. El peligro de que su hijo se transformara en obeso a la edad de 7 años fue cincuenta por ciento más alto entre las madres que toman refrescos.
Y no creo que bebidas azucaradas regulares de azúcar (como soda regular o bien bebidas de fruta) eran mucho mejor. Los dos conjuntos (edulcorados artificialmente y bebidas regulares azucaradas consumiendo madres) tenían un peligro igual para los pequeños obesos y con sobrepeso a la edad de 7 años. Solo aquellos que no consumieron bebidas azucaradas a lo largo del embarazo tuvieron un menor peligro de tener hijos obesos, aun en casos de diabetes gestacional a lo largo del embarazo.
¿Cuál es el vínculo entre el consumo de bebidas dietéticas y la obesidad? Los refrescos de cero calorías pueden afectar a las bacterias intestinales o bien pueden hacer que los intestinos absorban más glucosa de lo normal. Asimismo hay indicaciones de que el alto consumo de azúcar (singularmente los azúcares artificiales) puede desensibilizar el tracto digestible y de este modo eludir la totalidad, lo que conduce a un mayor consumo global de calorías.
Este gráfico muestra el peligro de sobrepeso o bien obesidad de la prole a los siete años. Los datos relacionan las sustituciones hechas en el consumo materno por porción al día de SSB (bebidas azucaradas) o bien ASB (bebidas edulcorantes artificiales) con bebidas opciones alternativas a lo largo del embarazo. Se ajustaron los peligros relativos (RR) y los intervalos de confianza (IC) del noventa y cinco por ciento para tener en consideración lo siguiente: índice de masa anatómico anterior al embarazo materno, edad, estado social y económico, tabaquismo a lo largo del embarazo; Ingestas maternas de energía total, postres y dulces, aceite / margarina / mantequilla, papa, carne procesada, granos refinados y granos enteros a lo largo del embarazo, y actividad física a lo largo del embarazo; Y sexo de la progenie, duración de la lactancia, consumo de ASB y SSB a las siete y actividad física a las siete y.
Beber agua. Prosigue siendo su opción mejor saludable, además de esto, la más asequible para su bolsillo.
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