dormir la siesta engorda
Si nosotros dormimos la siesta lo que vamos a hacer será acelerar esa ralentización y de esta manera fomentar la acumulación de más grasas y la menor quema de calorías por la parte de nuestro cuerpo. Dormir la siesta por esta razón iría en oposición a todas y cada una nuestras tácticas para sostener activo el metabolismo a lo largo de todo el día. Después de haber dormido la siesta es bien difícil regresar a activarnos totalmente, en tanto que la inclinación del organismo es a ralentizarse cada vez más de cara a la noche. La realidad del reposo es que tiene alguna influencia en el peso corporal. Lo que pasa es que no hubo hasta hace poco, estudios concluyentes que demostraran la relación. Sí hubo sabiduría popular que nos daba datos de interés. Primeramente, el hecho de que las personas que duermen poco y mal acostumbran a tener malestar general.
Dormir la siesta, en mi caso, engorda. Siempre despierto con ganas de algo dulce.
— Ruby Tuesday (@VirginiaG68) May 11, 2019
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La siesta tiene lugar después de comer, y se genera pues la sangre se acaba concentrando en el estómago con motivo de la digestión. Esto causa que el resto del cuerpo se encuentre en un estado de relax que facilita el sueño. Es importante que sepamos esto y tengamos presente que no es obligación reposar la siesta si lo que queremos es sostener activo el metabolismo y efectuar la digestión mucho más veloz.
¿Cuántos kilos se pierden al dormir?
Por esta razón, los últimos estudios en esta materia afirman que dormir NO engorda. De hecho, cuando nos levantamos, pesamos menos porque es por la noche cuando se queman más calorías, por lo que efectivamente, dormir adelgaza.
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dormir la siesta engorda
Agradecemos ese tiempo de relajación, con la manta y la calefacción, en las tardes de invierno. Durante esa fase la mente pone en marcha los mismos mecanismos que en el momento en que dormimos por la noche. Por ello después nos costará bastante marchar como requerimos.
La experiencia nos señala que conviene tener presentes ciertos puntos. Es positivo que conozcas de qué forma funciona el organismo a fin de que sea todo más sencillo.
La verdad es que es conveniente estudiar este hábito tanto por la tarde como por la noche. Los resultados pueden ser espectaculares porque, al revés de lo que piensan muchos, reposar después de comer no es en lo más mínimo positivo. Primeramente, dormir después de una comida dificulta la digestión porque el metabolismo tiene que trabajar más. Además de esto, no hay por qué engordar por este motivo si lo puedes evitar. Seguidamente, es más simple que sientas acidez y que suban a la boca los flujos gástricos. Este es un supuesto muy desapacible que te es conveniente evitar si es viable.
Si por el contrario acostumbrabas a hacer gimnasia de esfuerzo durante esa hora y media como natación de rivalidad o carreras, en ese caso, dormir la siesta te engordaría. ; una siesta de una duración de entre 15 a 30 minutos, incrementa tu concentración, te recarga las pilas y provoca que te levantes de mejor humor. Que alargues tu “deporte preferido” solo consigue que te despiertes confuso y altera el ciclo de sueño impidiendo que durmamos durante la noche adecuadamente. Biológicamente, el ciclo natural del día nos lleva a experimentar una bajada de energía hacia la mitad, acompañada de somnolencia. Seguramente en más de una ocasión has escuchado que echarte la siesta engorda, ¿verdad? Patricia Imaz fué la responsable de desmentir este mito a través del estudio que ha realizado un conjunto de nutricionistas. Y hablando de siesta, ¿sabías que hay un establecimiento para acostarte un rato después de comer?
Si te acuestas en cama, al menos, no te tapes ni te coloques el pijama como si fuera a la noche. Estar reclinado permite que el sueño no llegue a ser profundo y que podamos despertar más rápido.
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