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ir al gimnasio en ayunas
Las grasas son una vía energética muy abundante, pero con una limitación de uso en función de la intensidad del ejercicio por la deuda de oxígeno. Esto es, en ejercicios de carácter aeróbico de intensidad moderada, nos aportan mucha energía, pero en el momento en que la intensidad aumenta y el aporte de oxigeno no es suficiente nuestro cuerpo no podrá metabolizar las grasas recurriendo a otras vías energéticas, glucógeno. A pesar de que con esto podríamos asegurar que el ayuno o evitar el consumo de hidratos de carbono en el desayuno nos asiste a la utilización de las grasas y a la pérdida de peso debemos matizar de qué manera debe ser nuestro entrenamiento. En periodos de ayuno prolongado nuestra disponibilidad de glucógeno como vía energética se ve limitada (“nuestro cuerpo está ahorrando sus reservas de azúcar”) facilitando otras vías. Cuando nuestras reservas de glucógeno ahora se han fatigado, el organismo recurre al músculo y empieza un proceso llamado catabolismo en el que se descompone para conseguir energía. Por ello, el ejercicio aeróbico en ayunas puede ser buena opción para quemar grasa siempre y cuando lo realicemos adecuadamente, o sea, con una duración y también intensidad correctas.
¿Es Preferible Tener «forma De Manzana» O «forma De Pera»?
Cuando haces deporte en ayunas, tu insulina está baja, conque tu cuerpo puede emplear la grasa como comburente junto con el glucógeno. A medida que las reservas de glucógeno bajan, tu organismo recurre en más grande medida a la grasa. Pero no estaría sugerido para la población general, que va al gimnasio o ejerce running 2 o tres días a la semana, recalca Celma. Tampoco estaría correcto para deportes de fuerza o resistencia, como el crossfit, carreras cortas o actividades dirigidas tipo body pump. Estos adiestramientos exigen un alto trabajo aeróbico y por lo tanto dependen de los depósitos de glucógeno de nuestro cuerpo.
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Sin embargo, de esos dos grupos, uno trabajaba después de un desayuno abundante en hidratos de carbono y también, incluso, han tomado bebidas isotónicas a lo largo de todo el entrenamiento. El otro grupo tomó solo agua y se comió el desayuno tras ir al gimnasio. El otro lado del enfrentamiento es que siempre debes comer antes de entrenar, y existen algunas buenas causas para esto. Como los hidratos de carbono son la fuente de combustible preferida en el momento en que se ejercitan los músculos, el consumo de carbohidratos antes de un entrenamiento puede contribuir a ofrecer combustible a los músculos para un rendimiento óptimo.
En los 30 últimos años se ha extendido la práctica del ejercicio en ayuno en toda Europa. La razón es que hay una secuencia de secuelas muy buenas de arrancar esta práctica. Jesús Domínguez, Director Técnico de MiAyuno, fisioterapeuta, osteópata y coautor del libro Miayuno, analiza cuáles son las principales. Si se está tratando de perder peso, el ejercicio en ayunas puede contribuir a supervisar el gasto energético debido al hígado, que también guarda glucógeno. El cuerpo explota las reservas de glucógeno del hígado en el momento en que sus escenarios de glucógeno en sangre y músculos se agotan. Esto afecta su consumo de energía mediante la red neuronal hígado-cerebro.
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En el momento en que corremos o entrenamos en ayunas se dejan libre más antioxidantes y esto favorece el retraso del envejecimiento muscular. Es importante que sean ejercicios a ritmo medio o bajo y regulares, si además de esto quieres quemar grasas, tienes que hacerlo de forma constante y progresiva. Algunos atletas empiezan por entrenar habiendo comido una pieza de fruta o con solo cinco o seis horas de ayuno. Es un periodo de tiempo recomendable para iniciarse en esta práctica y menos drástico. De la misma forma, en el estudio se confirmó la existencia de una variación diurna en la oxidación de grasas durante el ejercicio, siendo los valores más altos por la tarde que por la mañana a igualdad de horas de ayuno. Estos resultados asimismo detallan que la cafeína incrementa la oxidación de las grasas durante el ejercicio por la mañana de forma afín a lo observado sin ingesta de cafeína por la tarde. Tras el entrenamiento será de escencial importancia un desayuno terminado que nos aporte carbohidratos y proteínas para romper el estado catabólico (de destrucción muscular) que asimismo genera el ayuno prolongado en nuestro cuerpo.
Y llegó el momento en el que los investigadores reclutaron a 28 hombres sanos y activos, y ajustaron sus dietas diarias para integrar un 50% más de grasa y un 30% más de calorías . El primer grupo no logró ningún ejercicio en absoluto, al tiempo que los otros dos conjuntos siguieron 2 rutinas de ejercicios matinales agotadores.
Si eres de las que prosiguen cientos y cientos de cuentas de Instagram de chicas fitnessya te habrás dado cuenta de que muchas hacen deporte en ayunas, más que nada cardio, bien salen a caminar, a correr o asisten a una clase de spinning. Y no, no es tan disparidad como a priori podríamos meditar si sabemos cómo llevarlo a cabo bien. Todo se reduce a cuánta energía puedes ingerir antes de que tu cuerpo reconozca tu ingesta como “alimento” y empieze las vías metabólicas y la digestión. Con todo, las investigaciones llevadas a cabo como Is exercise best served on an empty stomach? siguen dirigiendo la atención frente a la necesidad de seguir estudiando este tema. Ya que, todavía es imposible ofrecer una contestación clara sobre si es preferible hacer deporte en ayunas o no, por el hecho de que como hemos visto hay puntos a favor, pero también en contra.