dejar de fumar engorda
La nicotina es el componente más adictivo del tabaco y actúa reduciendo el apetito de la persona que fuma por lo que al dejar de fumar el ansia por comer aumenta. Comunmente se tiene un impulso obsesivo por la comida calórica que desata en un aumento de peso debido a una alimentación inadecuada. De este modo, se debe tener cuidado y no reemplazar un hábito tan amenazante como es el del tabaco por otro que logre llegar a ocasionar problemas de salud como sobrepeso y obesidad. Fumar pertence a los habitos mas nocivos para la salud general de cualquier persona, ya que se trata de las adicciones mas difundidas y socialmente aceptadas. Conforme pasa el tiempo, que la persona va envejeciendo y prosigue fumando, la adiccion se fortalece y se aferra todavia mas.
Una de las excusas para postergar la eliminación de este hábito es el temor engordar. Se calcula que dejar de fumar puede provocar un incremento de peso del cuerpo de entre 4 y 5 kilogramos a lo largo del primer año en el que se deja el tabaco y, la mayoria de las veces, se engorda más durante los primeros 3 meses. La actitud mental es también un ingrediente importantísimo a la hora de dejar de fumar sin engordar.
Mi Dieta Duró Solo Tres Semanas
Al dejar de fumar lo que experimentamos es una vuelta a la normalidad de estos sentidos, lo que nos lleva a ver aún más los sabores de los alimentos, despertando de este modo nuestro apetito. Es como si volviésemos a descubrir los alimentos, y por ellos ingerimos más. Pero esto dura hasta el momento en que nos frecuentamos de nuevo a los olores y los sabores. Debemos tomar en cuenta que el tabaco está compuesto en gran parte de nicotina. Esta sustancia hace que el metabolismo se acelere y tengamos menos apetito, lo que nos lleva a no comer tanto y encima quemar considerablemente más rápido la energía.
¿Qué hacer con la ansiedad por dejar de fumar?
Dejar de fumar: consejos para controlar la ansiedad 1. Recordar la meta y recompensarse. Ante una crisis es importante recordar las razones por las abandonamos el tabaco.
2. Estar activo y evitar lugares donde esté permitido fumar.
3. Beber agua, una dieta equilibrada y dormir bien.
4. Buscar objetos que suplanten al cigarrillo.
5. Aprender a tranquilizarse.
Esto no implicaría que fumar es bueno, puesto que implicaría una mayor activación del CHRNA2, sino que existe cierta explicación molecular para el incremento de peso en el momento en que se deja de fumar. El beneficio-peligro de dejar el hábito tabáquico no es comparable a la posible ganancia de peso. No es un sustitutivo pero sí alivia la ansiedad de fumar o comer. Además de esto, asiste para limpiar el organismo, preciso en el momento en que se ha expuesto a un hábito tan nocivo como el tabaco. Se fundamentan, sobre todo, en elegir determinados alimentos, mantenerse bien hidratada, controlar el hambre sensible y apoyarse en sustitutos de la nicotina o medicación para no fumar más. Otro de los factores que tienen la posibilidad de contribuir al incremento de peso es la optimización en el gusto y el olfato que se produce cuando se deja de fumar. Y ello, indudablemente, te va a hacer gozar más de la comida y te inducirá a comer más.
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- Se sabe que acelera el metabolismo y contribuye a abrasar al fumador entre kcal más al día, en tanto que incrementa la temperatura corporal en un 5% en comparación con la de un no fumador.
- Además, la nicotina genera adrenalina y, al no introducir nicotina en el cuerpo, sentimos mayor necesidad de consumir glucosa para calmar esa sepa de adrenalina, con lo que el organismo nos solicita alimentos más calóricos.
Para finalizar, ten en cuenta que si aún de esta manera has ganado algún kilo, se trata de una situación transitoria y que volverás a tu peso pasados unos meses, en el momento en que el tabaco sea historia. Si has conseguido no fumar más, perder uno o dos kilos no te costará nada. Propósito ineludible por estas fechas y necesidad imperiosa dado el precio del tabaco.
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Dejar de fumar engorda: mitos y realidades de una decisión saludable #tabaco https://t.co/2VqWl2saLH
— Actitud Saludable (@Actitud_Salud) August 7, 2018
Los cigarrillos electrónicos o los chicles de nicotina tienden a contemplar estas carencias. Varias personas comentan que se han sentido muy aliviados con el fácil hecho de mantener entre los labios un mondadientes o mordisquear un caramelo sin azúcar tras las comidas. Lajo sugiere hacer comidas usuales, nutritivas y bajas en calorías. Tener un orden de horarios que nos asista a controlar la ansiedad e procurar siempre y en todo momento masticar bien y con tranquilidad, jamás con prisas. Incluir en la nutrición cereales integrales, verdura de hoja verde, fruta de temporada, legumbres y más pescado que carne, tomar mucha agua y comer zanahoria o apio en momentos asociados a cigarros. Hasta la actualidad, se pensaba que dejar de fumar era sustituido por comer, y por ello consecuencia directa del aumento de peso. Sin embargo, se desconocía que comiendo lo mismo, también se engorda.
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Por servirnos de un ejemplo, si camina en compañía, debe poder sostener la conversación. Como me sostengo ocupada para no picar entre horas la verdad es que no me ha hecho mucha falta llevar a cabo dieta. Ahora me encanta, poco a poco me puse las pilas ¡y de qué manera!
