El desayuno no es tan esencial como pensamos...

Una de las cosas más poco afortunadas sobre los regímenes saludables es que cada uno de ellos tiene su verdad personal: poner sencillamente, lo que sirve para no puede, tal vez, valer para mí.

Claro, sería considerablemente más simple si hubiese una sola forma de hacerlo, mas no es el caso acá. En verdad, todo el planeta debe hacer su camino a través del océano de razonamientos y consejos y localizar su taza de té. Ciertos le afirmarán que escuche a su cuerpo y sus necesidades y otros le sugerirán someterlo a un régimen estricto, no obstante ha de saber que la ciencia con frecuencia da patentiza para muchas teorías al tiempo.

Echemos una ojeada al desayuno, por servirnos de un ejemplo. Como nos enseña el consejo nutricional popular, el desayuno es «la comida más esencial del día» y jamás debemos suprimirla si estamos de verdad sobre llevar un modo de vida saludable, no importa qué controvertible sea cualquier comida como la más esencial. Conforme ciertos especialistas, el desayuno debería aun ser el alimento más rica y rebosante de su día. ¿Mas cómo el desayuno ganó tal título magnífico? Lo que es más esencial, ¿realmente lo merece?

En realidad, no, amigos de FitnessRed.

Si echa una ojeada más de cerca a este tema, descubrirá que nuestra creencia en el poder del desayuno se fundamenta primordialmente en tergiversar conclusiones de investigación y sensacionalismo.

1. Saltarse el desayuno y la mala salud

Una de las formas más populares de emplear mal la ciencia es interpretar la patentiza de una asociación como patentiza de una causalidad. Por servirnos de un ejemplo, una investigación de dos mil trece publicado en la gaceta Circulation halló que los hombres que brincaron el desayuno tenían un peligro significativamente mayor de enfermedad coronaria que los hombres que desayunaban. Los resultados del estudio sugieren que saltarse el desayuno se asocia con una mayor vulnerabilidad a la enfermedad coronaria, lo que puede representar muchas cosas distintas, mas no quiere decir que saltar el desayuno realmente conduce a un mayor peligro de enfermedad coronaria. Múltiples otros estudios han reportado resultados afines que conectan saltarse el desayuno y las enfermedades crónicas, mas siempre y en toda circunstancia fallan en probar la causalidad. Además de esto, hay muchos géneros de desayuno con diferentes impactos en la salud, que han de ser tenidos en cuenta al reportar los resultados.

2. Saltarse el desayuno y la pérdida de peso

Un conjunto de estudiosos últimamente examinó la literatura sobre el efecto de suprimir el desayuno sobre la obesidad y halló un elevado número de estudios que muestran una relación entre los 2. No obstante, descubrieron que muchos de los informes eran con seriedad imperfectos en concepto de metodología y objetividad, utilizando lenguaje casual para describir sus descubrimientos y también incluyendo interpretaciones sesgadas de los resultados de otros. Esto quiere decir que los resultados de muchos de estos estudios influidos por prejuicios deben tomarse con un grano de sal y todavía no han sido confirmados por otros estudiosos.

La mayoría de los estudios efectuados tanto en situaciones de laboratorio controladas como en situaciones realistas muestran que el saltarse el desayuno da como resultado una menor ingesta total de energía a lo largo del trascurso de un día que el desayuno. Al paso que saltarse el desayuno se asocia de forma frecuente con un mayor peso, esto no quiere decir que el acto de suprimir el desayuno provoca el incremento de peso, ni quiere decir que comer el desayuno, en sí, evitará la obesidad. En otras palabras, los estudios aún deben suministrar patentiza sólida de que saltar el desayuno conduce al incremento de peso.

Por otra parte, la ciencia con frecuencia prosigue al dinero – muchos estudios populares son financiados por la industria alimenticia. Por poner un ejemplo, Kellogg financió una investigación que halló que tener cereal para el desayuno está asociado con ser delgado, y el Centro de Excelencia Quaker Oats financió un ensayo que halló que saltar el desayuno se asocia con niveles aumentados de colesterol. Como se puede imaginar, estudios como estos están con fuerza influidos por los intereses de sus patrocinadores, y no son precisamente extraños.

Parece que este discute durará un buen tiempo, mas mientras, ha de saber que la conocida relevancia de comer el desayuno no puede ser fundada en la investigación a prueba de balas – lo cierto es que absolutamente nadie sabe con absoluta seguridad si el desayuno es una necesidad absoluta O bien podría tener una vida sana y efectuada sin tenerla de forma regular. Nuestro consejo sería esto: si no tienes apetito, siéntete libre de suprimir el desayuno y no permitas que absolutamente nadie te afirme lo que es mejor para ti!