obsesion por la comida
Una patología en la que entran en juego desde las inseguridades de nuestra persona hasta vivencias ancladas en su más tierna infancia. Es muy recomendable comer sano, pero en el momento en que se convierte en obsesión, nos puede hacer problemas de relación social y entorpecer la vida normal. La gente con ortorexia desarrollan sus reglas alimenticias. Para seguirlas, acostumbran a hacer gala de una enorme fuerza de voluntad, pero si pocas veces rompen sus reglas y sucumben a la tentación de los alimentos prohibidos, se sienten responsables y corrompidos. «Llega un punto en que el ortoréxico dedica gran parte de su vida a la planificación, la adquisición, la preparación y el consumo de la comida», apunta el doctor.
Eso te anima a ir más deprisa, y a no fallar, por lo menos si no hay una buena escusa. “Si mañana no puedo salir a correr, hago abdominales en el hogar, o no ceno… y ya está”. “Lo mejor es apuntarme a un gimnasio, le sacaré partido”.
Ortorexia, La Obsesión Por La Comida Sana
Admitir cuando te pasan va a ser una de las primeras formas de eludir la ortorexia inquieta. Una vez los consigas detectar, tendrás la clave para poder evitar este tipo de actitudes. Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que por el placer de consumirlos. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace, , 70-74. Antonio Villarino/EFE/Paula Lacruz“El ortoréxico no siente responsabilidad ni tiene conciencia de patología, los raros son el resto que están digamos matándose con su nutrición”, analiza Villarino.
- Antes su estado anímico, su forma de pasar el día o lo que podía comer, lo dictaminaba una báscula.
- Hola Soraya, muchas gracias por escribirnos y explicarnos tu caso.
Algo frecuente entre ortoréxicos ya que, a diferencia de otros trastornos alimentarios, no se abochornan, sino que tratan de inculcar su “cultura por lo sano” a quienes les cubren. No obstante, sí puede asociarse con diferentes concretes y trastornos. Por ejemplo, la mayoría de pacientes son jóvenes o mujeres con un nivel adquisitivo medio-prominente (que tienen la posibilidad de posibilitarse este tipo de nutrición). Los atletas de costumbres exigentes son otro conjunto de peligro, de manera especial si controlan aquello que ingieren de manera intensa para prosperar su desempeño físico o acabar con la tumba metabólica. Los jovenes preocupados por las repercusiones de determinados alimentos en su aspecto físico no se quedan atrás. Para finalizar, me gustaría indicar que para efectuar este camino se precisa de un piscoterapeuta que acompañe en le desarrollo, que ayude a ofrecer claridad y no permitir que nos engañemos a nosotros mismos.
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¿Qué es la bulimia?
Es un trastorno alimentario por el cual una persona tiene episodios regulares de comer una gran cantidad de alimento (atracones) durante los cuales siente una pérdida de control sobre la comida. La persona utiliza luego diversas formas, tales como vomitar o consumir laxantes (purgarse), para evitar el aumento de peso.
Comer sin control u obsesionarse por la comida puede acarrear arduos problemas en nuestra salud mental o desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. Como tal, la ortorexia no está reconocida por ninguna clasificación internacional, algo que reclama este experto en trastornos alimenticios, ya que cada vez es más frecuente. El primero en explicarlo fue el médico Steven Bratman, que en el año 2000 experimentó una obsesión patológica por la comida cuando comenzó a proteger su dieta. Aparentemente la adicción a la comida es un problema que va en incremento en la sociedad de la cual formamos parte. Son cada vez más las personas quesiendo aproximadamente obesasdesearían perder pesopero que se reconocenincapaces de controlar la dieta alimenticia. La barrera entre una alimentación sana y la ortorexia nerviosa se ubica en el momento en que la afección causa angustia o secuelas negativas en la vida de la persona. La sicológica esun proceso más lentoporque ordena a remover de los hábitos cualquier conducta conseguida durante los años.
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Para mí se acabó adelgazar a toda costa y a algún precio, he sufrido demasiado con los regímenes. No te voy a engañar, me agradaría bajar ciertos kilogramos sí, (y en ocasiones me hace aparición la parte crítica diciéndome que debería adelgazar) pero mi prioridad máxima es estar bien, tener una relación saludable con la comida, y conmigo misma, alimentar mi cuerpo, mi corazón, y mi alma. Respeto comer si tengo apetito, ya no me privo la sensación de apetito.
