Dentro del gran abanico de dietas que existe, podemos decir que hay dos tipos de dietas para perder barriga bastante efectivos. Uno de ellos, se basaría en una dieta hipocalórica, es decir, en el consumo justo de calorías para que exista un déficit entre las calorías ingeridas y consumidas y otra, que se basaría en la eliminación de cualquier tipo de alimento que sea perjudicial en ese sentido. La primera de ellas la utilizaremos si no practicamos ejercicio regularmente, mientras que la segunda está indicada para los deportistas.
A continuación detallamos estas dietas para perder barriga
Para la primera dieta que hemos mencionado, podemos plantearnos tomar un desayuno compuesto de un lácteo, acompañado de una tostada con pavo o jamón y una pieza de fruta. A raíz del desayuno, el resto de comidas tienen que estar basadas en la verdura y en el pescado. Antes de la comida, a media mañana, podemos tomar una pieza de fruta o una infusión de algún tipo.
En el almuerzo debe estar presenta una ración de verdura y un pescado como segundo plato. Cuando lleguemos a la hora de la merienda, el hecho de elegir una pieza de fruta o dos unidades de algún fruto seco, sería una buena opción. En la cena, las ensaladas, las verduras y los pescados a la plancha deben ser los protagonistas.
Como hemos visto, en este primer caso, hemos dejado la ingesta de carne para casos excepcionales así como los hidratos de carbono presentes en la pasta o el arroz.
La segunda opción es algo menos exigente ya que necesitamos calorías para afrontar los entrenamientos. El desayuno puede estar compuesto de una ración de cereales, pueden ser azucarados, una o dos piezas de fruta y un lácteo o infusión. A media mañana, podemos tomar 4 o 5 unidades de frutos secos como nueces o almendras acompañados de una pieza de fruta o una tostada de pan con pavo o jamón.
En el almuerzo, podemos alternar sin miedo las verduras y la pasta, tomando de esta última hasta un máximo de dos raciones a la semana; de segundo plato el pescado no debe faltar, pudiendo tomar carne dos veces en semana. La merienda puede ser similar a la comida de media mañana pudiendo intercalar la tostada por la fruta.
Sin embargo, la cena, que es la comida posterior al entrenamiento no debe ser muy copiosa y debe estar basada en ensalada y pescado pudiendo tomar algo de carne o pasta.
Como se puede observar, ambas dietas son similares si bien es cierto que la segunda nos permite tomar algunos hidratos de carbono más, en forma de pasta o frutos secos así como algo más de carne. Solo tienes que adaptar la dieta a tus necesidades para adelgazar y, en caso de que entrenes, a tus rutinas.