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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que el 17 por ciento de los niños estadounidenses entre las edades de 2 y 19 años tienen sobrepeso o son obesos. Muchos de estos niños son preadolescentes, el grupo de edad formativo de 9 a 12 años, y almacenan peso en sus vientres. La obesidad abdominal se asocia con una mayor incidencia de síndrome metabólico, un precursor de la diabetes y otras afecciones crónicas que generalmente no se manifiestan hasta bien entrada la edad adulta. Hacer que los preadolescentes adopten hábitos de ejercicio puede ayudarlos a reducir la peligrosa grasa abdominal mientras establecen buenos hábitos para los años venideros. Reducir la grasa abdominal también puede ayudar a aumentar la autoestima para que los niños entren en la adolescencia sintiéndose bien consigo mismos y con su apariencia. Si está tomando muchas vitaminas y probióticos todos los días, es posible que desee reevaluar su estrategia.

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¿Están tratando de modelar el físico de una celebridad? Esas no son buenas razones para intentar perder peso. Asegúrese de que comprendan que la apariencia no es la parte importante, se trata de tomar decisiones saludables para que tengan la energía para moverse y pensar. En su lugar, llene el plato de su hijo con frutas y verduras, y cambie el pan blanco, el arroz y la pasta por sus versiones integrales. Tienen fibra, que puede ayudar a que su hijo se sienta satisfecho por más tiempo. Si su hijo no es fanático de estos cambios al principio, no se rinda. Las investigaciones muestran que es más probable que los niños coman algo después de haberlo visto en el plato varias veces.

Necesita alimentos para que su cuerpo y cerebro funcionen correctamente, y crezcan y se desarrollen correctamente. Además, si deja de comer, ralentiza su metabolismo, lo que hace que sea más fácil aumentar de peso una vez que comience a comer nuevamente. Deje de hacer esto y trabaje para adquirir el hábito de llevar una dieta saludable de manera constante. Si su hijo dice que quiere adelgazar, es importante comprender su motivación.

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En lugar de forzar un programa de ejercicio formal a un preadolescente, déjelo tener algo de propiedad. Anime a los preadolescentes a trabajar hasta los 60 minutos diarios de actividad aeróbica, pero con ejercicios que disfruten: saltar la cuerda, clases de baile, deportes de equipo y natación, todo cuenta. Si su preadolescente se muestra reacio, invítelo a caminar con frecuencia durante el día y dé un buen ejemplo. Si 60 minutos es inalcanzable, hacerbafles.info recuerde que incluso 20 minutos al día es mejor que nada y puede tener un impacto en la grasa abdominal. Tampoco espere que su preadolescente haga repeticiones y series de movimientos de entrenamiento con pesas con usted. Si quiere ir al gimnasio, está bien, pero también puede fomentar el yoga o la actividad normal de los niños, como trepar a los árboles, para ayudar a desarrollar músculo magro y reducir la grasa abdominal.

• Los preadolescentes deben elegir actividades que disfruten con una combinación de ejercicios de intensidad moderada y vigorosa para mantenerse saludables.
• Si le preocupa el peso de su hijo, hable con el médico de su hijo u otro profesional de la salud.
• Se recomienda que los preadolescentes estén activos durante 60 minutos todos los días, incluidos tres días a la semana de actividad de desarrollo muscular.
• El IMC es una herramienta de detección y no mide directamente la grasa corporal o el riesgo de problemas de salud de un niño en particular.
• La recomendación también incluye al menos tres días a la semana de ejercicio de intensidad vigorosa.

El ejercicio de resistencia también puede ayudar a los preadolescentes a reducir la grasa abdominal y mejorar los marcadores metabólicos. Los niños no tienen que usar las pesas y las máquinas libres para desarrollar músculos. En cambio, es apropiado un entrenamiento de peso corporal que incluya movimientos como flexiones, sentadillas, estocadas y dominadas. En noviembre de 2012, la revista “Diabetes” publicó un estudio que comparó los efectos del entrenamiento aeróbico y de resistencia sobre la grasa abdominal en varones adolescentes obesos.

Los niveles elevados de vitamina B se han asociado durante mucho tiempo con una mayor prevalencia de obesidad y diabetes, quizás porque la megadosis activa nuestros genes de grasa. Un multivitamínico diario probablemente esté bien, pero no intente convencerse de que más es mejor. Y un estudio lasaromaterapias.com de ConsumerLab.com encontró que la mayoría de los probióticos comerciales tienen bacterias mucho menos saludables de lo que afirman. Su mejor opción es concentrarse en los alimentos Zero Belly para asegurarse de que su barriga reciba mucho amor y sus genes de grasa se corten en el paso.

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