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noelia de mingo que hizo
En esa ocasión, estuvo viendo por la ventana, horrorizada, el modo en que los operarios trabajaban, creyendo que iban a poner un poste en el lugar de cada farola, para quemar en ellos a todos y cada uno de los miembros de su familia. La forzaron a formar parte en las ocupaciones en conjunto propias del centro.
- El informe también indica que cuenta con una discapacidad del 43 por ciento y que eso es un «inconveniente» para encontrar trabajo.
- En ese momento, Noelia creyó que era el desenlace, que quienes la espiaban iban a terminar con ella.
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El Fiscal Reconoce Que Noelia De Mingo Debería Entrar En Un Psiquiátrico
Pero baraja llevar a cabo un curso de traductor médico de inglés, idioma del que tiene un nivel alto . Aún de este modo, es siendo consciente de que tiene un 43% de discapacidad y que eso, unido a su pasado, complica la búsqueda de empleo. Asimismo intenta publicar los relatos que ha ido escribiendo desde que se presentó a un certamen en el siquiátrico y de los que ha juntado un volumen importante.
También sale diariamente del centro sin acompañamiento para ayudar a la escuela de idiomas y come en una vivienda que ha comprado su familia. Además de esto, la mujer ha preparado de permisos de extendida duración, de 15 días y hasta un mes con su familia, e incluso ha hecho durante dos semanas el Sendero de Santiago y asimismo el de Caravaca , acompañada de otros internos y de personal de tratamiento y educadores del hospital carcelario. La Salón puede convenir la celebración de la visión o, en cambio, resolver directamente la solicitud del juez de vigilancia penitenciaria de Alicante a fin de que De Mingo salga en independencia tras más de una década internada, puesto que ahora tienen en su mesa el informe forense clave para tomar una decisión sobre la doctora. Noelia de Mingo está a un paso de recuperar la independencia, y, de lograrlo, desea divulgar los relatos que ha escrito y ser traductora. Por su lado, el juzgado ha emitido la petición de sustituir la medida de internamiento por el régimen en ambulatorio con custodia familiar frente a la Audiencia Provincial, en base a las conclusiones médico forense. Por su parte, la asociación El Defensor del Paciente ha señalado en un aviso que los familiares de las víctimas y nuestro colectivo se oponen a la substitución de la medida de internamiento por la «colosal peligrosidad» que piensa. «Además de esto, es curioso que se sugiera como medida de control la supervisión de su madre en el momento en que convivió con su hija sin sentir que llevaba más de un par de años con sintomatología delirante y ninguna prueba apunta a que tenga las competencias suficientes para asumir similar compromiso», expone la asociación.
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Por desgracia, era totalmente real y en la verdad ni “verdugo” ni víctimas desaparecen en el momento en que uno cierra las páginas del libro para colocarlo en la estantería, una vez leído. Los años pasan y las otras páginas, las de los periódicos que narraron los hechos, la celebración del pertinente juicio y el destino de la mujer que blandió el cuchillo hasta clavarlo con furia aun en cuerpos de personas que antes nunca había visto, se reciclan siempre con novedosas novedades. Lo que nunca se recicla totalmente es el mal, las ininteligibles consecuencias del brote asesino que sufrió una cabeza enferma. Noelia era una chavala introvertida y tímida, que no tenía varios amigos, hija de los antiguos dueños de entre los sitios de comidas más afamados de El Molar, ya desaparecido. Su vida transcurría rodeada de una aparente normalidad.
Esta semana su rostro volvió de pronto a asomar en periódicos y telediarios 14 años después, quitando inquietudes y temores del pasado. En el momento en que aquella mañana de abril de 2003, en la tercera planta de la Fundación Jiménez Díaz de La capital española, las voces del desvarío -creía que sus compañeros de trabajo y sus pacientes eran actores que formaban una parte de una trama para terminar con su historia- se habían adueñado de la joven aspirante a reumatóloga, de 31 años. Su cerebro enfermo -y sin medicar- aloqueció completamente. Y cuchillo en mano fue apuñalando a cuantos pacientes y sanitarios se cruzaron con ella. «Si es verdad que ha elaborado de forma consciente el daño provocado, ¿por qué no ha pedido perdón a las familias? Además, el tribunal indica que «se ha amoldado bien a la vida laboral, pero lleva 14 años sin trabajar».
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En ese momento, Noelia pensó que era el desenlace, que quienes la espiaban iban a terminar con ella. Se compró un cuchillo de 15 centímetros en una tienda y se lo guardó en uno de los bolsillos de su bata blanca. Le logró un agujero para lograr meter la mano y así tenerla todo el día apoyada sobre el arma blanca. La Esquizofrenia, no posee cura, tiene régimen, que si se deja, se regresa a las alucinaciones, a la distorsión de la realidad. Finalmente, cree anormal que el tribunal no haya admitido celebrar una vistilla para aclarar dudas y conseguir más garantías. «Arguyen que sería sobreexponer a la doctora de forma innecesaria, algo que pasa siempre, en todos los juicios», y eso sería un indicador de que De Mingo no está dispuesta para salir a la calle y aguantar la presión. Los forenses agregan que «el nivel de riesgo de conducta beligerante futura puede considerarse bajo».
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Además de esto, agregó que la imagen de Noelia de Mingo con el pelo en la cara mientras que apuñalaba a sus compañeras y, sobre todo, su mirada, son 2 cosas que no se le olvidarán «en la vida». María Alcalde decidió poner en conocimiento de los causantes Carlos Acebes y Olga Sánchez su sensación de que la conducta de Noelia de Mingo se se encontraba agudizando desde enero de 2003. Los dos se reunieron entonces con otro superior y eligieron que fuera sometida a un examen psiquiátrico.